
Llévame alma mía donde los cristales se hacen dioses
Y tu mirada se confunde con el océano. Tómame con
Tus alas de plata iluminadas por tu amor. Salta, ríe
Alardeando lo que nuestro mundo cristalizado llama alegría.
Mi mundo se llama tú y la cromática soledad del vagabundo
Desaparece con tu presencia. En mi botella de colorido y esmaltado
Yo, solo entra tu corazo, tu cristalizado corazón con el
Que emprendí a caminar, soñar, correr, reír y alardear mí
Paradisíaca y amparada mirada. creyendo ser yo y mirando el cielo, las estrellas
Que miran hacia ti, como mi corazón cristalizado en tu espíritu.
Llévame alma mía donde el sol pierde su nombre,
Donde las guitarras solo tocan una canción, tu,
Donde pueda comprender que en tu infinita mirada
Los cristales desaparecen, y crecen rosas, y claveles.
Te quedas con un pedazo de mi alma, entregada en colores
Dorados, tu rosal rompe mi soledad, y en el amparo de tu cuerpo
Encuentro mi tranquilidad, solo con tu mirada y tus sueños.
¿Cómo olvidar?, ¿Cómo entregar?, ¿Cómo sobrevivir?
Si mi saciedad escribe tu nombre, mi corazón invoca tus ojos
Y mí cristalizado yo quiere un beso, mi mundo se llama tú
Y tú siempre tendrás tu mundo, tu cromático y cristalizado mundo.
Rosas y claveles quieren tu seño, pero llama a la soledad
Una melancólica sonata, la sonata de la luna, de las estrellas
Del cristal metalizado al que llamo espacio, del sol en tu mirada
Del vagabundo que prescribe tu presencia y
De la sombreada costa en algún lugar.
Como cristales que caen sobre casas azules y plateadas
Algo que añora tu presencia, tu seño, tu infinita mirada,
Tu corazón, tu espirito, tu espacio, tu sombra, tu alma,
Tu luz, tus estrellas, tus lunas, tus soles,
Algo que te quiere a ti…