domingo, 9 de agosto de 2009

entre rosas y claveles



Llévame alma mía donde los cristales se hacen dioses

Y tu mirada se confunde con el océano. Tómame con

Tus alas de plata iluminadas por tu amor. Salta, ríe

Alardeando lo que nuestro mundo cristalizado llama alegría.

Mi mundo se llama tú y la cromática soledad del vagabundo

Desaparece con tu presencia. En mi botella de colorido y esmaltado

Yo, solo entra tu corazo, tu cristalizado corazón con el

Que emprendí a caminar, soñar, correr, reír y alardear mí

Paradisíaca y amparada mirada. creyendo ser yo y mirando el cielo, las estrellas

Que miran hacia ti, como mi corazón cristalizado en tu espíritu.

Llévame alma mía donde el sol pierde su nombre,

Donde las guitarras solo tocan una canción, tu,

Donde pueda comprender que en tu infinita mirada

Los cristales desaparecen, y crecen rosas, y claveles.

Te quedas con un pedazo de mi alma, entregada en colores

Dorados, tu rosal rompe mi soledad, y en el amparo de tu cuerpo

Encuentro mi tranquilidad, solo con tu mirada y tus sueños.

¿Cómo olvidar?, ¿Cómo entregar?, ¿Cómo sobrevivir?

Si mi saciedad escribe tu nombre, mi corazón invoca tus ojos

Y mí cristalizado yo quiere un beso, mi mundo se llama tú

Y tú siempre tendrás tu mundo, tu cromático y cristalizado mundo.

Rosas y claveles quieren tu seño, pero llama a la soledad

Una melancólica sonata, la sonata de la luna, de las estrellas

Del cristal metalizado al que llamo espacio, del sol en tu mirada

Del vagabundo que prescribe tu presencia y

De la sombreada costa en algún lugar.

Como cristales que caen sobre casas azules y plateadas

Algo que añora tu presencia, tu seño, tu infinita mirada,

Tu corazón, tu espirito, tu espacio, tu sombra, tu alma,

Tu luz, tus estrellas, tus lunas, tus soles,

Algo que te quiere a ti…

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